Al contemplarlo durante nuestro fugaz paso por la carretera, alguna vez habremos experimentado una sensación de aridez y desolación. Inclusive su denominación puede transmitir la idea de esterilidad. Pero el bosque seco de Chulucanas hace que quien se adentra en él, descubra un mundo sensorialmente estimulante. Encierra una vitalidad sorprendente, canora, dulce, zumbante, a la que podremos acercarnos siguiendo la ruta del algarrobo y del barro.
Lucio Espinoza, dirigente de la Comunidad Campesina José Ignacio Távara Pasapera (conocida familiarmente como la "Nacho" Távara) nos recibe con un apretón de manos, casi al borde de la carretera, en el kilómetro 41 de la Carretera Interoceánica. Él nos conduce hasta su hogar, desde donde empezará a mostrarnos in situ la propuesta que está gestándose en el seno de su pueblo y que podría constituirse en la abanderada en el departamento, dentro del ámbito del Turismo Rural.
La Ruta del Algarrobo y del Barro ofrecerá dos días de vivencias dentro del bosque seco, observando y participando de cerca en las actividades más cotidianas y características de las comunidades de Nacho Távara y La Encantada, cuya existencia está ligada indiscutiblemente al peculiar ecosistema del bosque seco. Como éste, sus habitantes han sabido adaptarse a la difícil condición de subsistir en el desierto.
Esta iniciativa está siendo impulsada por el Cite Cerámica de Chulucanas, la Municipalidad Provincial de Chulucanas, la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo, y apoyada por las organizaciones no gubernamentales que trabajan con ambas comunidades, y también por los voluntarios del Cuerpo de Paz.
Miel y Algarrobos
El primer día, tras la instalación del campamento en un claro del bosque, los visitantes recibirán un desayuno preparado al calor de la leña. En la primera comida de la jornada no faltará la dulzura de la miel y la algarrobina, que además de lo grato de su sabor, proporcionarán la energía necesaria para sacudir cualquier rezago de sueño inoportuno. La fabricación de estos dos productos se ha posicionado como una actividad complementaria a la ganadería, principal fuente de ingresos de la zona.
Terminado el desayuno, se emprenderá camino hacia las colmenas. Antes de acercarse a las "viviendas" de miles de abejas, cada turista será equipado con el traje protector, como precaución ante cualquier imprevisto. Sin embargo, cabe destacar que durante nuestra visita a la zona, no ocurrió ningún incidente. Pudimos comprobar que las abejas no gastan aguijón a menos que se las provoque.
Los panales, las cámaras de producción de miel y de crías; el reconocimiento de reinas, zánganos y obreras; el posterior proceso de separación de miel, cera y propolio; esos son algunos de los pasos que se vivirán para conocer la forma como llega la miel de abeja a nuestros labios.
Birdwatching
Mientras avanzamos y escuchamos las primeras explicaciones del proyecto de ruta, una inquieta "putilla" distrae nuestra atención. Su vivo color rojo, saltando de rama en rama contrasta con el casi monocromo panorama que ofrecen los algarrobos circundantes. Al poco rato, distinguimos un colibrí entre flores amarillas; sobre los troncos de la cerca más próxima, dos carpinteros picotean; en la copa del árbol contiguo, revolotean un par de aves que ya escapan a nuestros escasos conocimientos de ornitología.
La representante de la Direccion Regional de Comercio Exterior y Turismo en Piura, Consuelo Ugarte, explica que otro de los atractivos principales de la ruta será precisamente las magníficas condiciones que encierra para el "Birdwatching" u observación de aves, por la diversidad de aves que forman parte de estos ecosistemas.
Dejame que te cuente
La jornada en las tierras de Nacho Távara se cierra con el "atardecer en el bosque seco", para apreciar el ocaso a través de los algarrobos y a lomo de mula. Al caer el sol, una fogata mantendrá la calidez que nos ha acompañado durante todo el día, y narradores de cuentos locales nos deleitarán con fragmentos de la rica tradición oral chulucanense.
La Encantada: Barro y Sabor
El segundo día le pertenece a La Encantada, pueblo de ceramistas. Temprano por la mañana enrumbaremos hacia las canteras, de donde se extrae la arcilla que luego al calor de las manos irá transformándose en objetos de fina manufactura, cuya belleza y particularidades los ha llevado a convertirse en producto bandera del Perú: seremos testigos de cada una de las etapas de la elaboración de la Cerámica de Chulucanas.
Durante nuestra estancia en La Encantada, será insoslayable el encuentro con el copús, la pachamanca norteña. Adriana Inga Valladolid, es una de las especialistas en la preparación de este plato hecho en base a diversas carnes: cabrito, chancho, res, pavo, gallina, son acompañadas por camotes, plátanos amarillos y choclos tiernos. Todo esto cocido bajo la tierra y sobre leños ardientes. Sabrosa despedida para dejar en el visitante el deseo de un pronto retorno.
jueves, 23 de agosto de 2007
Chulucanas: Miel, barro y algarrobos
Publicadas por Unknown a la/s 9:41 p. m.
Etiquetas: algarrobos, bosque seco, ceramica chulucanas, chulucanas, copus, la encantada, miel, norte peru
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8 comentarios:
Claro, te agregaremos a nuestros contactos también :P
Te recomiendo nuestro otro blog:
www.sinpresionperu.blogspot.com
Está lleno de reportajes sobre el Perú para un canal Latino.
Veo que tus fotos son muy lindas :P
Y como no te va a faltar práctica con tanto que ver.
Nosotros estamos muy apenados por los animalitos y las personas en el Sur.
xoxo
Cucarañas
Claudia, sabes que mi Papá es de Piura (yo nací en Lima), pero he pasado muchos veranos allá, en casa de una tía, tengo muy bonitos recuerdos. Me han gustado las fotos.
Aprovecho tu espacio para comentarles que estoy ofreciendo diversos libros de autores peruanos (Ayacucho, Huancavelica, Huánuco, Lima, Pucallpa, etc.) y extranjeros. Novelas, cuentos, ensayos, poemarios, investigaciones.
Por ejemplo:
*Del Río al Mar. Antología que reúne más de 30 años de poesía de Graciela Briceño, hija ilustre del departamento de Huánuco.
* El Árbol de Sodoma de Jorge Nájar (2007, 373 pág.).
Novela ambientada en la selva. Tres historias que pueden leerse de forma independiente: Los protagonistas se enfrentan al terrorismo y narcotráfico pero también se encuentran con creencias, mitos y leyendas que perduran hasta nuestros días.
Mayor información escribiendo a: cosasquemepasan@gmail.com
Saludos.
Muy interesante las fotos y comentarios, yo tambien soy aficionado a la fotografia y me encanta mostrar la experiencia a traves de ella. posiblemte me falte un lugar dode hacerlo. en el bosque seco de Piura y Lambayeque estado 12 años.
francisco
Hola Francisco. Gracias por tu comentario. Y siempre es reconfortante tener noticias de alguien con quien se comparte tan bella y grata aficion. saludos.
claudia
es una ruta muy interesante yo la e ivido y creo que esta en unprocesao de turismo que ya debe de realizarse espero contacacme con uste haber si me ayuda en algunas cosas que me hand ejado de este trabajo.....hasta luego mi correo es rosario_agurto@hotmail.com
alguans preguntas desearia hacerle espero no pase de hoy me pueda responder.........
Hola Claudia,soy de Piura y quisiera saber un poco mas de la ruta de la miel, el barro y albarrobo.. me podria enviar información a mi correo eléctronico por favor: marelecy_26@hotmail.com. espero me escribas...gracias.
MARLENY
Corrección. El copús no es pachamanca, menos pachamanca norteña, sólo se cocina en Piura. Es otro concepto. Es hornado al calor a presión. La pachamanca es cocida al aire.
Hablar con propiedad. Sólo se come en Piura.
Saludos
He visto la preparación de los dos platos (la pachamanca y el copús) y ambos tienen similitudes que me permiten hacer la analogía, puesta precisamente porque la pachamanca es más conocida, y por tanto facilita hacerse una idea de lo que es el copús. Ambos son cocidos bajo tierra (la pachamanca gracias a piedras calientes y el copús con leña) y ambos tienen también sus peculiaridades que los hace platos únicos, pero igual de deliciosos. Piura está al norte del Perú, y por tanto el copús es tan norteño como yo (que nací en Piura). Gracias por tu comentario, Walter.
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